Golpe de Sur

Pese a su corta edad, Los 400 golpes ha conocido las cuatro esquinas de la rosa de los vientos. Hoy la noticia golpeadora está en el sur (geográfico y periodístico) porque la periodista Sandra Balvín (una de las grandes animadoras, defensoras, seguidoras y colaboradoras de este blog) le ha dedicado un reportaje cariñoso ante el cual, nuestra bendita criatura no ha podido reprimir las lágrimas de emoción. 

Los que puedan, compren el periódico. 

Los que no puedan, lean el reportaje en la siguiente dirección: 

http://www.diariosur.es/20080929/gibraltar/viajes-golpes-20080929.html

Los demás, sigan con sus cosas. 

Golpes en los confines de la tierra

De la buena acogida que está teniendo Los 400 golpes da buena muestra esta imagen en la que se le puede ver compartiendo vitrina expositora con destacadas obras del gran Mahatma Ghandi. Juan Huelva nos envió la instantánea desde la librería del museo que se creó en su honor en Madurai (India). Interesante lectura la que surja de la combinación de golpes con no-violencia

Dos formas de viajar

Ahí lo tienen, adaptándose a cualquier circunstancia como hacen los grandes viajeros. Igual de contento cargando con una pesada mochila o sentado en un confortable asiento de avión, saludando por la ventanilla a otros libros que toman otros aviones en busca de otras rutas... Y ahora tocaría hablar de los cruces de caminos y de la literatura como puente entre diferentes mundos, lo que nos obligaría a ponernos demasiado metafóricos y pedantes. Así que lo mejor es abrocharse el paracaídas y saltaaaaaar.

Sobre golpes y bombas

Fernando J. ha estado en su Zaragoza querida y nos asegura que ha pasado horas y horas buscando el mejor emplazamiento para fotografiar el libro. Es lo malo que tiene este proyecto: la adicción que provoca. Después de interminables paseos por una ciudad nueva y grande, se decidió por la opción más clásica: el templo de la pilarica. Allí hay un rincón en el que están clavadas dos bombas que la aviación republicana lanzó pero que no llegaron a estallar por la mediación de la virgen. Y Los 400 golpes como siempre, en el centro, buscando protagonismo.

Los 400 golpes desembarcan en Radio 5

Los 400 golpes hacen un alto en su periplo viajero y se lanzan del avión en el que viajaban para aterrizar en Radio 5 de Radio Nacional de España. Será el jueves, día 17.9.2008, a partir de las 17.15, cuando Juan Jacinto Muñoz dedique unos minutos de su programa Literatura en breve a hablar de nuestros inquietos amigos.

Pasaje a la India

En el mes de julio recibimos una llamada de un amigo: me voy a la India y me gustaría llevarme tu libro. Yo tuve un poco de miedo, la verdad, de dejarlo ir a un sitio tan lejano. Pero accedí. Durante 28 días y 28 noches Los 400 golpes han acompañado al gran fotógrafo Juan Jesús Huelva en su periplo por el sur de la India. Desde Madrás hasta Bombay muchos indios han sucumbido al hechizo de los golpes: el guardián sagrado de la vaca de un templo dedicado a Nataraja, un trabajador del palacio de Tirunmalay o el jardinero del museo de Ghandi. Todos enfrascados en la lectura. ¿Les habrá gustado el titulado Cuento indio (pero real)?

La bohème

Entre estas dos imágenes han pasado algunos años. El señor que lee es el mismo que el señor que pega: Luis Maraia. Antes de encontrar cobijo en e.d.a. libros, Los 400 golpes vivían en la calle, pegados por los muros, en un formato llamado entonces libros de pared. En la actualidad, instalados de manera burguesa en las páginas del libro, leen las revistas de decoración, discuten de vinos, pagan colegios privados para sus hijos y, sobre todo, viajan mucho alrededor del mundo; pero, de vez en cuando, echan de menos los años bohemios de la juventud. 

Un millón de obras

Madrid es una ciudad de más de un millón de muertos, dijo Dámaso. Sandra Balvín dice que Madrid es una ciudad de más de un millón de obras (según las últimas estadísticas). Como muestra, nos envía las grúas en la Puerta del Sol, mucho más emblemáticas a su parecer que el oso y el madroño. Los 400 golpes estuvieron dando un paseo por el Foro, visitaron la calle de Rosendo y hasta fueron a un concierto de heavy-metal. 

Acueducto + Cochinillo

Maribel G. y Los 400 golpes han llegado a los pies del gran acueducto segoviano, antaño canalizador de H2O y hogaño paisaje que contemplan los afortunados que se sientan en las mesas de Cándido para degustar los manjares porcinos de estas tierras. Nada dice nuestra fotógrafa al respecto, pero deseamos que las casi imperceptibles manchas de la portada sean debidas a las sustancias grasas que los infortunados lechales dejan impresas en los dedos de los comensales.

Citius Altius Fortius

Todavía contagiados del espíritu olímpico, soñamos con que Los 400 golpes lleguen a lo más alto. También el pequeño Sebastián piensa como nosotros, así que se preparó para el ascenso del pico más elevado de España. Ni más ni menos que el Teide. Para ello, se equipó convenientemente antes de iniciar el duro camino: el libro y el tamagochi. ¡A por los ochomiles, amigo Sebas!

El Cañón del Colorado Palomero

Hay dos cañones de color rojo en el mundo. Uno es rico y famoso y está en EEUU. Otro es menos vistoso y más humilde y está frente a las costas marroquíes, en la localidad de Tarifa. Los dos son rojo pasión y cada uno tiene su encanto. 

Pero no queremos hablar de emociones rojizas sino de técnica fotográfica. Si usted se encuentra en la tesitura de Ana Carnicer: ¿qué haría? ¿dar prioridad al primer plano del libro o dársela al paisaje del fondo? Voten, por favor, envíen sus comentarios, manden un SMS con la palabra Cañón o hagan lo que quieran. Yo no puedo votar porque los papás nunca somos imparciales.

PD. Que no salga nadie hablando de la profundidad de campo, por favor. En los cañones no existen esas delicatessen.

Ja sóc aquí

Primero llegó a Barcelona Carlos Carnicer, arquitecto procedente de Algeciras. Después llegaron Los 400 golpes. Se conocieron y surgió el flechazo. El arquitecto, que fue a la Ciudad Condal para admirar sus maravillosos edificios y monumentos arquitectónicos, descubrió que su verdadera pasión es hacerse fotografías con el libro. Y mis golpes, encantados de posar ante semejantes obras artísticas. 

Desde este blog animamos a la pareja para que persevere en su catálogo. Y retraten a algún que otro famoso que nos dé categoría y glamour. 

Más cine por favor

Después de D. Federico Fellini y Mr. Woody Allen, llega a las páginas de este blog el tercer realizador cinematográfico. No es el más conocido pero, sin duda, sí el más querido. El gran José Villalba. Don José se atrevió hace unos meses a rodar un corto cuyo guión está basado en el golpe titulado El hombre de las cuatro eses. Y ahora nos envía desde Puente Mayorga unas imágenes del Taller de Cine del Cinematógrafo en el Exilio (lo del exilio es una historia muy curiosa, por favor pregunten por ella) con el siguiente texto:  

«En las fotos puede contemplarse a Emilio Velasco, protagonista del corto El hombre de las cuatro eses, leyendo el relato homónimo en Los cuatrocientos golpes. Lo hace en un lugar emblemático del Campo de Gibraltar, allá donde literatura y propensión culinaria con frecuencia han unido sus destinos. En otra de las instantáneas puede contemplarse a algunos de los miembros del Taller de Cine del Cinematógrafo en el Exilio aguardando, pacientemente y por riguroso turno de llegada, a que Emilio les permita disfrutar de los relatos. Una vez que se hubo marchado el fotógrafo, la cola se incrementó notablemente, y así se nos hizo de noche. Mientras daban alguna cabezada, algunos de los lectores en espera llegaron a soñar que el insigne F.F. les permitía rodar otro de los golpes incluidos en el libro. Por ejemplo, el titulado Espejismo».  

Nota. Lo de insigne es (no es) mío. 

Golpe en pleno rostro

Federico Fuertes, mayor de edad y plenamente consciente de sus facultades (o eso cree) se quita sus gafas redondas y se golpea en pleno rostro cuando lee el último (y casi, casi único) comentario que ha tenido este blog hasta el momento. Las palabras del comentarista son las siguientes: 

«Un millón de ejemplares, pero 0 comentarios». 

Sí señor, cero patatero. Así que, queridos amigos, dejen ya de viajar y de llevar el libro de un lado para otro y comenten, por favor, comenten.

FFG en la playa

Para no ser menos que sus lectores, el autor de Los 400 golpes tuvo que marcharse de viaje y pasar unos días bajo el sol y el viento de la playa de Bolonia, en Tarifa. Aquello sí que son golpes de viento y no estos inocentes relatitos.

Los listos, al paraíso

Fernando J. nos asegura que colocó el libro sobre esta maquinita, tecleó el número 400 y las puertas del paraíso se abrieron ante él. ¿Será tan lista la máquina como ella misma, pecando de inmodestia, anuncia en su pantalla electrónica?

El gran golpe

Los 400 golpes

Un millón de ejemplares vendidos (o más)