sábado, 31 de octubre de 2009

Conexión alemana



A partir de hoy publicaremos una reseña del viaje que mi pequeño hizo por tierras germanas en busca de inspiración para su depauperado padre, que sigue sumido en la inacción literaria tras acabar su última obra (por cierto: ¿es usted editor? ¿le interesa un valor seguro? ¿qué prefiere, novela, relatos, micros, poesía visual? aquí hay de todo, oiga). La primera entrega tiene que ver con un lugar bastante querido en nuestra familia: la ciudad de Wurzsbürg, escenario del relato Sanderau, que forma parte del libro que Quorum Libros me editó hace algunos años, titulado La hora del loco

miércoles, 21 de octubre de 2009

Fotografía de la buena


Este señor que aparece con modales de sacerdote es el gran fotógrafo José Luis Roca, que dejó las tierras del sur para triunfar en el Foro. Que sepan todos que juró ante los santos apóstoles de la literatura enviarme fotos de famosos, famosillos y rubias de bote, que tanto gustan a mi pequeño (las rubias, me refiero). También, cuando no haya otra cosa, de algún que otro político. 
Lo has prometido, Roca. 

domingo, 18 de octubre de 2009

Félix Romeo en Tres Rosas Amarillas



Fue en la librería Tres Rosas Amarillas, un hermoso albergue para celebrar aquelarres dedicados a los hermanos pequeños (que no menores) de la literatura. De maestro de ceremonias para el primer baile de mi jovencito Necesito llamar al Olimpo ejerció, ni más ni menos, el gran escritor Félix Romeo, el hombre que lo lee todo en España. De esta guisa posó para el blog de mi pequeño. Al amigo Félix le dedicamos el siguiente texto sobre el humor y la melancolía:

Federico Fuertes ha elegido dos temas como base para su literatura: el humor y la melancolía. Son dos platos contundentes, siempre que se sirvan en almuerzos diferentes. Porque intentar hacer literatura con esta mezcla resulta un empeño destinado a la  fatalidad. Algo así como café con mayonesa. El humor es propio de jóvenes, de viejos libertinos, de funcionarios, de presentadoras del tiempo en La Sexta, de niños comiendo helados... Nunca es propio de melancólicos. La melancolía, por su parte, aparece de manera destacada en soñadores, jóvenes que nacieron viejos, señores con levita, damas suspirantes o suspiradoras (según y dónde se mire), enfermos con afecciones bronquiales. Nunca, nunca es propia de humoristas. ¿Y de qué literatura es propia la mezcla de humor y melancolía? De cuál va a ser: de la practicada por Federico Fuertes, un escritor dispuesto a hacer todo lo posible por finalizar último en su propia carrera literaria.

On the road (una vez más)



Ya saben nuestros amigos que mi pequeño se plantó un día y dijo no, no y requeteno. Se acabaron los viajes, estaba harto el pobre de hacer kilómetros, necesitaba pasar las mañanas de solecito reposando en las hermosas repisas que los ingenieros deIkea diseñaron para su descanso. 
Pero claro, de todo se aburre el hombre. Y el libro, qué les voy a decir. Cuando le dije que iríamos a Madrid para presentar en sociedad a su hermano pequeño Necesito llamar al Olimpo, hizo el equipaje en un periquete y se vino con una disparatada pandilla a la capital del reino.
¿Adivinan qué hizo primero? Por supuesto: BAREAR.