Primero llegó a Barcelona Carlos Carnicer, arquitecto procedente de Algeciras. Después llegaron Los 400 golpes. Se conocieron y surgió el flechazo. El arquitecto, que fue a la Ciudad Condal para admirar sus maravillosos edificios y monumentos arquitectónicos, descubrió que su verdadera pasión es hacerse fotografías con el libro. Y mis golpes, encantados de posar ante semejantes obras artísticas.
Desde este blog animamos a la pareja para que persevere en su catálogo. Y retraten a algún que otro famoso que nos dé categoría y glamour.
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