domingo, 22 de marzo de 2009

Bruselenses



En esta secuencia Sandra Balbín, Sara y Marta y nos enseñan la diferencia entre el singular y el plural. Singular: referido a un objeto. Plural: a varios. Un ejemplo: banco: lugar donde una señorita se sienta a leer un libro; bancos: donde unos señorones se sientan a discutir el cambio climático y la crisis. Para completar la escena tenemos a mi pequeño, demostrando que existen dos modalidades de lectura: la normal y la invertida. 
Todo ello sucedió en Bruselas, dentro (interior de un lugar) y fuera (exterior de un lugar) del Parlamento Europeo. 
Y con esto acaba Barrio Sésamo por hoy. Adiós amiguitos. 

P.D. En el texto que acompaña las fotografías se puede leer lo siguiente: «La que está en la hamaca tumbada es Marta, que leyó a grito pelado Dos formas de entender la rutina, ante la mirada atónita de los bruselenses». 
Me encanta la palabra bruselenses, sea real (referido a la realidad) o no (partícula negativa).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ah!, ¿pero está invertido? Ahora me entero de que llevo toda una vida leyendo los libros al revés. Ahora me explico muchas cosas...
A la espera de nuevos viajes de los golpes.

Marta dijo...

Aparte de invertido o no, todo esto me parece de lo mas divertido. Muchas gracias por dejarme participar en el viaje de Los 400 golpes, que a partir de ahora me comprometo a leer a grito pelao alla por donde vaya. Si echan de menos las tildes, echenle la culpa a los teclados bruselenses (a mi tambien me encanta la palabra)

Anónimo dijo...

Pues yo tampoco me había percatado de que Los 400 golpes estaban al revés! Creo que ya entiendo por qué los europarlamentarios dicen tantas tonterías, allí todo está invertido!