domingo, 22 de marzo de 2009

Pensar y chocolatear




Por favor, por favor, no nos distraigamos de nuestra misión con el redoble de los tambores y el aroma a incienso. Estábamos en Bruselas, la capital del proyecto común y hay más fotografías que mi pequeño quiere enseñar. Helas aquí. Dos tomas que resumen muy bien su modus vivendi: reflexivo y goloso. Lo que por un lado entra por el otro sale. Si uno se alimenta de buen buen chocolate, dice un viejo refrán que él mismo inventó, sus pensamientos nunca pueden ser amargos y patéticos. Y un segundo refrán suyo dice: en boca cerrada no entran moscas, pero tampoco chocolate. 
En fin: la catedral de Saint Michele y el chocolate europeo. 

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