miércoles, 15 de abril de 2009

Fervor golpista (o, mejor, golpero)



Sigue en Jerusalén el fervor por leer Los cuatrocientos golpes. La gente se lo quita de las manos a Antonio Pérez y en todas las esquinas, en las iglesias, en los muros, todos abren el libro y comienzan a leer. Espero que no lo abran por La resistencia sexual de Jesucristo.

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