miércoles, 27 de mayo de 2009

The power of love (literario, claro)





Mario es uno de los primeros admiradores de Los 400 golpes. Un día cogió el libro y lo puso ante sus ojos. Y así sigue. Llueve, haga sol o salga de viaje, el tío no se separa del libro. Aquí está en un tren destino al centro de Europa. Mira Marito, qué hermoso paisaje, le dice su mamá Begoña. Nada. Mira qué esculturas, qué monumentos, mira qué museos, le dice su papá Dioni. Nada de nada. Que estamos llegando a Brujas. A Amsterdam. Ni caso. Mario sigue ensimismado. A esto le llamo yo un gran romance. 

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