domingo, 18 de octubre de 2009

On the road (una vez más)



Ya saben nuestros amigos que mi pequeño se plantó un día y dijo no, no y requeteno. Se acabaron los viajes, estaba harto el pobre de hacer kilómetros, necesitaba pasar las mañanas de solecito reposando en las hermosas repisas que los ingenieros deIkea diseñaron para su descanso. 
Pero claro, de todo se aburre el hombre. Y el libro, qué les voy a decir. Cuando le dije que iríamos a Madrid para presentar en sociedad a su hermano pequeño Necesito llamar al Olimpo, hizo el equipaje en un periquete y se vino con una disparatada pandilla a la capital del reino.
¿Adivinan qué hizo primero? Por supuesto: BAREAR.

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