Ahí lo tienen, adaptándose a cualquier circunstancia como hacen los grandes viajeros. Igual de contento cargando con una pesada mochila o sentado en un confortable asiento de avión, saludando por la ventanilla a otros libros que toman otros aviones en busca de otras rutas... Y ahora tocaría hablar de los cruces de caminos y de la literatura como puente entre diferentes mundos, lo que nos obligaría a ponernos demasiado metafóricos y pedantes. Así que lo mejor es abrocharse el paracaídas y saltaaaaaar.
martes, 23 de septiembre de 2008
Dos formas de viajar
Ahí lo tienen, adaptándose a cualquier circunstancia como hacen los grandes viajeros. Igual de contento cargando con una pesada mochila o sentado en un confortable asiento de avión, saludando por la ventanilla a otros libros que toman otros aviones en busca de otras rutas... Y ahora tocaría hablar de los cruces de caminos y de la literatura como puente entre diferentes mundos, lo que nos obligaría a ponernos demasiado metafóricos y pedantes. Así que lo mejor es abrocharse el paracaídas y saltaaaaaar.
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