lunes, 16 de noviembre de 2009

Puede ser

Puede ser un lugar exótico o civilizado, puede ser un gran metrópoli de poderosas avenidas y altos rascacielos o una humilde aldea de techos de pizarra y olor a oveja. Puede ser cualquier lavabo del mundo, cualquier juego de toallas con el que secarse tras el confortable baño. Puede ser una chica desconocida o una buena amiga la que se ha llevado en su bolso de viaje a mi pequeño y se retrata frente a un espejo que, sea cual sea la ciudad elegida, le devolverá siempre la misma imagen, idéntica, sea espejo de ricos o de pobres, sea selvático u occidental. Puede ser... ¡Ay! Puede ser cualquier cosa. Cuando los hijos se marchan de casa, ya se sabe, es imposible conocer sus destinos.
Para los curiosos: la chica del espejo es la escritora Irene Jiménez que una tarde estaba aburrida y pidió un taxi. ¿Dónde la llevamos? Al hotel Winnedumah. ¿Y eso por dónde queda? Usted meta primera y siga todo recto. Y todo recto, todo recto, se encajó en Sierra Nevada. No la granadina, no, la americana.
¿No me creen? Pues mañana tendrán más datos sobre esta fantástica aventura en el proceloso oeste americano.

1 comentario:

Irene Jiménez dijo...

Me encanta tu blog, Federico.

Me hace pensar que la próxima vez que me vaya de viaje debería llevarte a ti entero.